Juegos y risas aniquilados por la guerra. ¡Hasta cuándo carajo!
Como no pensar en los millones de pequeñas y pequeños anónimos, infancias habitadas por el miedo y la angustia, corazoncitos sobresaltados cotidianamente por ruidos de bombas, sirenas, gritos de horror de un pueblo entero sometido a ese monstruo grande que pisa fuerte sus inocencias en...