Luciano Villanueva Carrasco fue asesinado en su hogar en un procedimiento policial lleno de irregularidades en la ciudad de Parral el año 2014. Su madre entrega un testimonio que busca la verdad y romper con el olvido.

La búsqueda de justicia golpea con fuerza cuando se es pobre, especialmente a las familias del sur de Chile. María Carrasco llegó a Santiago “con lo puesto” para tratar de terminar con la impunidad que comenzó con un accidente cotidiano y que marcó el destino de su familia, obligándola a “entregar la vida” por una causa, la más dolorosa que podría haber imaginado.

Luciano Villanueva era el menor de tres hermanos, «un hijo respetuoso y preocupado». “Un niño sano, amante del fútbol y que había terminado su práctica tras salir del liceo técnico Federico Heise en Parral. Luciano me ayudaba a criar a mis tres nietos porque él no quería que terminarán en un hogar”, relata su madre.

Pero el destino escribió otra historia. El 9 de noviembre del año 2014, cerca de las 16:00 horas Luciano rompió accidentalmente el vidrio de una vecina en la  población Arrau Méndez, uno de los sectores más vulnerables de la región del Maule.

Al llegar a casa, Luciano confesó a su madre el incidente, sin embargo, no hubo tiempo para diálogos. A las pocas horas, tres carabineros irrumpieron en el hogar buscando al joven. La familia asustada por las dimensiones que estaba tomando el operativo, se negó a entregar a Luciano, siendo detenida su madre junto a sus tres nietos. Carabineros no conforme, se parapetó afuera de la habitación del joven exigiendo su entrega. Luciano opuso resistencia bloqueando la puerta, pero el sargento segundo Juan Marcelo Morales Cortés apretó el gatillo y propinó un mortal disparo en el pecho del joven.

El informe realizado por peritos del Laboratorio de Criminalística de la PDI confirmó que no hubo legítima defensa en muerte de joven parralino El Fiscal Nelson Riquelme manifestó durante la formalización del carabinero que “existe un peritaje balístico de la Policía de Investigaciones donde un perito realiza el análisis de la trayectoria y puede determinar que la víctima se encontraba en la parte interior de la casa habitación, detrás de la puerta la que estaba afirmando con el fin de impedir el ingreso a la casa habitación. Eso hace que no exista ninguna causal de justificación por lo menos determinada hasta el momento, como una legítima defensa ya que se dispara derechamente a una puerta”.

Sin embargo, las pruebas no han permitido una sentencia y los tres carabineros implicados se encuentran en libertad. Es por ello que, la familia viajó hasta Santiago, apoyados por la Agrupación de Víctimas de la Violencia Policial, para participar por los actos conmemorativos tras cumplirse 5 años del asesinato de Manuel Gutiérrez. Además, mañana esperan recibir el apoyo del Instituto Nacional de Derechos Humanos en la querella que busca hacer justicia por la muerte de Luciano.

“Desde el accidente mi vecina y yo nos juntamos a conversar y rompemos en llanto, jamás pensamos que algo así podía pasar. Carabineros mató a mi hijo por romper un vidrio”, sentencia María Carrasco.