Por Nathalie Artal, Agrupación de Danzas Andinas Ukupacha Taki 

Este sábado 9 de julio se realizará una marcha multicultural que  tiene como objetivo entregar una carta a la Presidenta Michelle Bachelet, en donde se le exigirá que cumpla con las acciones comprometidas para el resguardo del patrimonio ancestral ubicado en la comuna de San Bernardo. El encuentro será a las 10:00 de la mañana partiendo desde Plaza de Armas, esquina Ahumada con Monjitas.

Convocatoria a marchar en defensa del Pucará de Chena.

Si bien la mayoría de las noticias cubiertas sobre la seguidilla de daños al Pucará de Chena nos hablan de “desastres arqueológicos” y lo hacen desde una mirada occidental (preocupada de los “vestigios” dañados), hay una importancia mayor de la waka, que justamente recae en aquél denominativo. La waka de Chena era un centro espiritual y político Inca, mucho de lo que hoy nos falta como sociedad y colectividad.

El Pucará de Chena es considerada cosmogónicamente “la hembra del Puma”. Cabe recordar que el mapa del Cusco tiene la forma del mismo animal y que corresponde a la unidad complementaria esencial de chacha-warmi (hombre-mujer) presente en la cosmovisión andina. Estarían el Cusco y el Chena (Santiago), por lo menos en conexión. El Pucará es parte del Kapaq Ñan (caminos del Tawantinsuyu), rutas que se encuentran en todo el valle de Santiago. Estudios como los de Patricio Bustamante o Rubén Stehberg pueden dejar en evidencia esta aseveración. El Pucará es reconocido oficialmente como Patrimonio Nacional.

A pesar de esto, ni el Consejo de Monumentos Nacionales, ni las dos comunas afectadas por la inacción de las autoridades (San Bernardo y Calera de Tango), están haciendo lo suficiente, para la recuperación y protección del monumento nacional y lugar sagrado. Son varias las oportunidades en que la waka ha sido violentada y destruida, como por ejemplo, la ocasión en que la inmobiliaria Canquén Norte S.A., a través de la Consultora Ambiental Andalué, en el predio del empresario agrícola Miguel Ongaro Peña –supuestamente amparados en una resolución de reforestación otorgada por CONAF–, destruyeron con maquinaria pesada casi 300 metros del sendero prehispánico ceremonial original, que era parte del “Capac Ñan” o camino del Inca, y unos 20 metros de restos arqueológicos de origen incásico, afectando además el “Punku” o “Portezuelo del Sol”.

En este contexto, Martha Luza, abogada Quechua, Directora Comisión Jurídica por el Patrimonio Nacional de Qusco, estuvo en la Universidad Católica Silva Henríquez el pasado jueves y se quedará para apoyar a las comunidades, mujeres y hombres,  que están ocupados en la defensa del Pucará de Chena. Como reflejo de la visión integral que tiene el pensamiento andino, en su intervención compartió parte de su experiencia sobre la lucha de las diferentes organizaciones sociales en Perú, tales como las diferentes federaciones unidas, las mujeres, los frentes de defensa, quienes conformaron una Asamblea Popular, para defenderse del modelo neoliberal que lo que menos le importa es la identidad y el patrimonio de sus pueblos, y  mucho menos de la conexión espiritual de los hombres y mujeres con ellos mismos, con su comunidad y con la tierra. También insistió en la importancia de la organización social y de no seguir permitiendo el sometimiento de los pueblos, porque las luchas de hoy serán el futuro de nuestros hijos e hijas mañana.

Vista del Camino que destruyó el sendero ceremonial prehispánico del Pucará de Chena, fotografía de Alexis López Tapia.

En cuanto al Pucará de Chena, Martha Luza, entregará una carta dirigida a Michelle Bachelet, el día sábado 9 de julio acompañada de distintas organizaciones sociales e individualidades afines al pensamiento y cosmovisión andina. El encuentro será a las 10:00 de la mañana partiendo desde Plaza de Armas, esquina Ahumada con Monjitas, y se invita a todas y todos los que se sientan convocados en torno a la visivilización de estas temáticas en Santiago a acompañar esta primera movilización masiva en defensa del territorio como sitio, cultura y derecho de sentirse identificados con una forma de vida distinta a la que propone el sistema neoliberal: el camino del ayni, la reciprocidad, solidaridad y la responsabilidad social.