Pese a que el Estado chileno reconoció «el uso de violencia innecesaria” en el crimen del comunero mapuche,  la militarización en la Araucanía sigue creciendo. Diversas organizaciones realizan un llamado  a la conmemoración en distintos puntos del país.

Ya son 8 años del asesinato de Matías Catrileo Quezada, años en donde la justicia se ha desvanecido en las manos de los asesinos, años donde la madre del comunero mapuche, Mónica Quezada y su hermana, Catalina Catrileo no han dejado ni momento de exigir justicia.

Enarbolando su lucha y dando una vez más, muestra de su dignidad y valentía, el pasado mes de diciembre, Mónica y Catalina manifestaron su rechazo al pago de la indemnización de $130 millones que deberá pagar el Estado luego de que la Corte Suprema confirmara la resolución que determinó la responsabilidad del Estado de Chile en el actuar irracional del cabo Walter Ramírez. “No haremos uso de este dinero porque consideramos que está manchado con la sangre de Matías”, sostuvieron.

Ambas mujeres, desde la madrugada del 3 de enero de 2008, cuando el estudiante mapuche de 23 años fue asesinado por un balazo en la espalda por un funcionario de Carabineros de Chile, en un allanamiento realizado en el marco de un proceso de reivindicación territorial (Fundo Santa Margarita, de Jorge Luchsinger), han seguido de pie, a pesar de las injusticias, han demostrado que la dignidad transforma la tragedia en valentía.

Lucha incansable

A seis meses de la muerte de Matías Catrileo, su madre Mónica Quezada entregaba una carta en La Moneda pidiéndole a la Presidenta Michelle Bachelet:

«( …)Siento que merezco una explicación. A 6 meses del asesinato de Matías, creo que ha habido tiempo suficiente para poner atención a los acontecimientos y demandas del pueblo mapuche. Para Matías hasta ahora solo hay impunidad. Como madre siento que, al dispararle a mi muchacho, también desgarraron parte de mis entrañas y a nadie de su gobierno le importó. Por el contrario a días de su muerte nos “lanzaron la Represión, al más puro estilo dictatorial(…)» 

Después de un año y casi seis meses de investigación, la Fiscalía militar de Temuco,  estableció que el carabinero que percutó el arma fue el responsable del tiro que costó la vida al estudiante, es decir, el cabo Walter Ramírez. Pero, recién en agosto de 2010, la Corte Marcial confirmó la condena contra el carabinero de tres años y un día, y se le concedió libertad vigilada, la cual le permitía al condenado seguir prestando servicios en Carabineros de Chile. Recién en enero de 2013, Carabineros de Chile decidió desvincularlo.

En noviembre de 2013, la madre de Matías Catrileo, sufrió agresiones durante el cierre de campaña de Michelle Bachelet en Temuco, perdiendo una pieza dental producto de los golpes. «Nosotros, con mi hija, al enterarnos que venía Bachelet acá, vinimos en calidad de ciudadanos, en una teórica democracia, a encararla y a manifestarle como ella en su Gobierno no tuvo ningún gesto de asumir la responsabilidad política en el asesinato de mi hijo».