Por Equipo Solidaridad

Actualmente se encuentra tomada la sede de la Conadi en Temuco, desde el día lunes 17 de agosto por comunidades de la zona de Collipulli, Ercilla y Victoria. Esta medida de presión al gobierno, busca acabar con la violencia contra las comunidades mapuche y reclamar por la desmilitarización de los territorios en conflicto, encuentra sus raíces en una causa más profunda; la demanda política y territorial del pueblo mapuche.

La lucha del pueblo mapuche por la recuperación de su territorio y su autodeterminación, se ha intensificado en los últimos años. Aunque los grandes medios tergiversen y omitan la información, de una u otra manera esta lucha asoma a la luz pública. Y así como la represión sistemática se presenta como en tantas otras luchas que se dan en el país, se torna particularmente cruda contra el pueblo mapuche.

Día a día se ejerce en el Walmapu el control territorial y la recuperación productiva, pilares fundamentales para la liberación y el respeto irrestricto a los derechos de la nación mapuche. Sin esta lucha de resistencia, el Estado no se preocuparía siquiera de aplicar sus políticas asistencialistas a través de la Conadi u otro tipo de instancias. Estas prácticas empleadas para dividir al pueblo mapuche, entre quienes apoyan o no «los proyectos”, entre mapuches de campo y de ciudad, son simples artimañas, que sumadas al trabajo de los aparatos de inteligencia policial, pretenden derribar y deslegitimar la justa demanda por el territorio y la autodeterminación.

Este es el contexto de la lucha mapuche, donde existen hasta el día de hoy 16 prisioneros políticos. Muchos otros han sido empujados a vivir en la clandestinidad, como también existen innumerables casos abiertos, donde se les mantiene en libertad condicional y firmas diarias, quincenales, con arraigo regional, u otra medida cautelar. Lo que impide ejercer libremente sus actividades cotidianas o laborales, siendo además, un duro golpe económico para sus familias.

En las comunidades día a día se vive la represión, en donde se dispara y ataca a las comunidades sin ningún criterio, como ya hemos visto en ocasiones anteriores muchos niños y ancianos son heridos en estos ataques, sus casas permanentemente asediadas por el gas lacrimógeno. En lo que se atribuye la responsabilidad a las comunidades de mantener la violencia en los territorios en conflicto, y donde se ha denunciado que existen zonas donde se encuentran organizados grupos paramilitares de carácter racista, quienes públicamente han amenazado con asesinar a los mapuches movilizados por la recuperación territorial. Casos más graves se han vivido no hace mucho, como el caso de Rodrigo Melinao y Jaime Mendoza Collio, siguen hoy en la impunidad, como muchos otros.

Fuentes: Meli Wixan Mapu / palabras de Werken Rodrigo Curipan (en la toma de la Conadi).