Por Ale Curinao

Pasan los años y la lucha del pueblo Mapuche no cesa. La recuperación de tierras usurpadas por terratenientes, robadas a punta de astucia ente el comunero que no sabía leer, ni menos escribir. La autonomía interrumpida por parte del Estado invasor, de la mano con la religión, la que nos dice qué está bien y qué está mal. Esa que anula las ceremonias de mis abuelos, por ser paganas, cuando lo más bello es crecer, recordar y vivir nuestra esencia, nuestras raíces.  

Hoy, mientras vivimos corriendo de aquí para allá, trabajando bajo el yugo del salario, los poderosos monstruos del empresariado continúan echando mano a las aguas, a los ríos, con sus invasivos proyectos energéticos de geotermias e hidroeléctricas, entre otras.
En el sur, los peñi, las ñaña, los pichikeche de  Kurarrewe se están enfrentando a estos catastróficos  proyectos hidroeléctricos, que han acechado la zona desde hace años y hoy se encuentran más cerca que nunca de conseguir su objetivo.

Actualmente en el sistema de evaluación ambiental se encuentra la Empresa GTD con el proyecto “Añihuarraki” el cual estaría ocupando territorio sagrado Mapuche, pero claramente a ellos y a sus intereses capitalistas no les interesa pasar por encima de una cultura ancestral, pasar sobre los derechos humanos de indígenas y menos destruir un ecosistema que existe desde tiempo inmemorial y ha tardado cientos de años en desarrollarse. Como el territorio es amplio y los ríos “sin uso”, les han sumado dos proyectos más en Puesco y Momollulco, éstos por parte de las empresas Epril y Besalco las que tendrían una línea de transmisión “pequeña” de 52 kilómetros por un ancho de 50 metros, no satisfechos con esto, se instalarán dos “mini centrales” que  pretenden intervenir esteros que se encuentran en una zona  sagrada para los Mapuche, que habitan este territorio desde tiempos remotos.

Y tal como si fuera un chiste, estas empresas cuentan con la “facultad” de instalarse sin necesidad de pasar por el sistema de evaluación ambiental. La razón, ser menor a 3Mw lo que según ellos “No generaría un impacto ambiental”. ¿No generaría un impacto ambiental?  Esta frase es una burla, y el Mapuche no acepta la burla como respuesta, “no es una negociación, se trata de dignidad y respeto, nuestro territorio no va a ser una zona de sacrificio, ustedes intervienen los ríos, destruyen, dividen a las comunidades”.

Las megaempresas han dividido a la comunidad a punta de soborno, comprándolos, engañándolos, mientras otra se mantiene en pie, digna y guerrera como es la esencia de nuestro pueblo.
Sabemos que el capitalismo no entiende de respeto, no entiende de dignidad, tampoco de tradición, de cultura  y mucho menos entiende de la conexión que tiene nuestro pueblo con la tierra que ha habitado desde siempre, en la cual están enterrados nuestros ancestros. Esta es la conexión que sentimos con los seres vivos, el dolor y la tristeza del árbol secándose, de animales cayendo muertos, de comunidades apartándose. Eso es un Impacto ambiental terrorífico, es un impacto de muerte hacia los seres vivos y su espíritu.

Codiciosos chupa ríos, quieren pasar por encima del territorio de los que no se doblegaron bajo el mal logrado intento de sometimiento, ni a una espada española.

Sin embargo, el newen de Kurarrewe se ha unido  para detener la entrada de cada sujeto sabueso, queriendo inspeccionar sus ríos, queriendo llevar adelante sus nefastos proyectos. En cada visita hecha por estos empresarios, se han encontrado con el camino bloqueado, se han encontrado con el rechazo absoluto por la gente que ama  el lugar y que no están dispuestos a ver cómo afuerinos asesinan fértiles tierras, ni menos ver secar al Trankura y al Puesco, ríos que han vivido con sus ancestros, con sus niños dibujando sobre el agua, ríos que hoy están confiando en la Wueixan de sus hermanos Mapuche.

A la vez, la demanda y el rechazo que sentimos, se han hecho llegar por escrito hasta el intendente Huenchumilla, en uno de los párrafos se expresa lo siguiente “entendemos que existe un marco jurídico permisivo en cuanto a temas de aguas y proyectos energéticos, sin embargo, quisiéramos decirle, que también existen derechos de las poblaciones locales y ya hemos asumido que no queremos este tipo de proyectos en nuestra comuna y que las normas internacionales, vinculante al Estado chileno, hacen valer nuestra institucionalidad ancestral y desde esa perspectiva, exigimos, que el gobierno de Chile, representado en la Región de la Araucanía por Ud. garantice y haga cumplir el mandato”  Palabras que rozan amabilidad, que se expresan con respeto hacia el otro. Sin embargo, el mensaje es claro y tajante “No queremos este tipo de proyectos en nuestra comuna”.

Kurarrewe está peleando lo que le pertenece por derecho. Bienvenidos y bienvenidas quienes  apoyan la causa y bienvenidos aquellos que se reencuentran con su gente en esta lucha. Al son de la pifilka, el kultrun, el purrun nos hacemos escuchar y decimos FUERA LAS HIDROELECTRICAS DE NUESTRA MAPU.
El agua es vida, la tierra es nuestra escuela, los árboles nuestra medicina. No permitiremos que se nos pase a llevar. La pelea está declarada y no hay vuelta atrás.
Aunque  las pancartas caigan a tierra cuando las marchas terminen en sirenas y enfrentamientos,  a pesar de su represión a través de sus milicos sumisos, la lucha Es y Será.

Como Mapuche, como hermanas y hermanos, defendamos a nuestra madre tierra como hija e hijos a su ñaña ancestral.

La rabia se acumula y la reacción será bestial.